Post escrito por Esther Suárez Granados.  Maestra y Coach conducta infantil.
Fotografía de reportajes de familia en Málaga. Inés Montufo www.fotografiaemotiva.com

Esta maravillosa fotografía de Inés Montufo me da la entrada a una reflexión que nos ayudará a abordar este tema con cierta empatia tanto hacia los pequeños como hacia sus padres.

Si vas a juzgarme te presto mis zapatos

Comencemos a abordar las famosas y tan temidas rabietas, y no solo eso, sino de esas rabietas que se nos presentan al final del día cuando todos estamos cansados y solo deseamos bañar a nuestro pequeñ@, que cene correctamente y duerma para poder escuchar el silencio del hogar y dar el día por finiquitado.Varias familias usuarias de mis servicios como coaching infantil y sesiones de orientación a padres en aspectos clave de la educación que realizo en la provincia de Málaga coinciden en la preocupación que les genera el abordaje de estas situaciones; sobre todo, cuando se producen en el peor momento del día o cuando más cansados se encuentran.

Parafraseando a la psicóloga Laura Perales, “las rabietas son un síntoma de un niño sano”.

¿Por qué se producen las rabietas?

La tendencia tan extendida que existe de tratar de erradicar las rabietas o evitarlas con sobornos (como chuches o dibus) es un error que todos hemos cometido. Nuestro retoño tiene rabietas porque (de momento) no cuenta con otro modo de comunicarse, y así son los niñ@s: primarios, auténticos, puros y salvajes. Si desde tan temprana edad tratamos de reprimir sus sentimientos…algo estamos haciendo mal. Estoy segura de que todos queremos criar a nuestros hijos para que en un futuro sean seres íntegros y emocionales.

Por eso ser padres es un trabajo de búsqueda y equilibrio constante.

gestion-rabietas-malaga

En este sentido para ayudar a ese equilibrio tan necesario en los padres y proporcionar algún tiempo extra para el descanso y desconexión es de gran ayuda invertir en calidad de vida en el hogar a través del Servicio de Homeplanner o los enormes beneficios que supone una alimentación sana y organizada con el servicio de tupper a domicilio a través de las sesiones de cocina en hogar. Tras este breve tip adicional pasamos al análisis de los consejos prácticos para situaciones concretas.

¿Qué hacer ante una rabieta de un niño de 2 años?

No es de extrañar que esta pregunta sea una búsqueda frecuente entre los padres al ser una edad donde las rabietas comienzan a tomar un protagonismo significativo.

  • De nada nos sirve la culpa, ni los pensamientos negativos ni enredarnos en eternas consignas verbales hacia nuestros hij@s explicándoles cosas para las que sus pequeñas mentes aún no están preparadas… y no quiero decir con esto que se enrabietan por temas banales o absurdos…en su pequeño mundo es difícil entender por qué nos empeñamos en ponerles ese pijama que a ell@s les parece horroroso, o por qué si hace dos horas que se mueren de hambre no les alimentamos porque llevamos retraso y encima no encontramos aparcamiento o  por qué tenemos que irnos tan pronto del parque si quieren seguir jugando …
  • Acompañemos a nuestros hij@s (hasta que ellos nos dejen),  evitemos frases del tipo “ya te cansarás de llorar” o “cuanto más llore, menos mea”, que solo generan en el niñ@ sensación de abandono e incomprensión. Tratemos de tener una energía apaciguadora, empaticemos, es difícil gestionar la frustración y nadie nos enseña ni a ser padres ni a ser hijos.
  • El sueño, la hidratación y la alimentación son pilares fundamentales para mantener el orden en la vida de nuestros pequeños y que repercute de manera muy positiva en nosotros mismos. Debemos tener capacidad de flexibilidad en ciertos momentos pero lo que debe predominar cuando nuestros hij@s tienen estas edades es el orden, la instauración de rutinas, los hábitos saludables y las actividades al aire libre.
  • Desarrollemos recursos para situaciones de emergencia; es muy útil tener una canción o adivinanza que sepamos que les encanta para usar como estrategia de despiste para cambiar la energía de ese momento puntual.

Cambiemos la perspectiva de lo que está pasando; cada etapa tiene un por qué en el desarrollo infantil. Nada de dramatismos y exageraciones, olvidemos el qué dirán, cojamos aire, respiremos y volvamos con optimismo a acompañar a nuestro pequeñ@, tomemos las riendas de la situación y no desesperemos.

Si necesitáis ayuda para gestionar las rabietas de vuestros hij@s, contad conmigo. Tras una valoración establezco un plan de trabajo dividido en sesiones para proporcionar calma y herramientas útiles a las familias que lo necesiten puedes concertarme una cita al 636 04 08 89 y trabajaremos juntos un plan personalizado.